En este módulo exploramos las relaciones complejas y ciclos de realimentación que existen entre la difusión del virus COVID-19, saturación del sistema de salud, y algunas variables socio-económicas como empleo y producción. Para entender cómo estos ciclos pueden afectar las dinámicas socio-económicas en una región urbana contamos con dos herramientas: Un diagrama causal que explica dichas complejidades, y un modelo de simulación para evaluar escenarios en diferentes regiones urbanas.

Los ciclos de realimentación R1A, R1B y R2B explican, de forma simplificada, el proceso de contagio de la enfermedad, el cual se da cuando hay interacción entre personas infectadas y personas susceptibles a contagiarse con el virus.

Los ciclos R1A y R1B refuerzan la difusión de la enfermedad, ya que a mayor número de infectados sintomáticos o asintomáticos, mayores serán los contagios, lo que incrementará, aún más, el número de infectados.

El ciclo B1 explica cómo los contagios dependen, también, de las personas susceptibles. Es claro que, a más susceptibles, mayor será el contagio, si hay interacción con infectados.

Sin embargo, entre más contagios se den, menor será el número de susceptibles, ya que las personas pasarán a ser infectadas.

Finalmente, los infectados se pueden recuperar. Un porcentaje de los infectados sintomáticos puede fallecer, como lo veremos más adelante.

Existen otros elementos que afectan la probabilidad de contagio, que se explican en el siguiente paso.
Los contagios se pueden disminuir a través de medidas de mitigación como restricciones a la movilidad, uso de tapabocas, entre otras, y a través de muestreo y detección de infectados.

En este diagrama vemos el efecto que tiene la detección a través del ciclo B2:
La inversión en salud no solo se hace ampliando la capacidad en salud, también es posible ampliando la capacidad de muestreo. Cuando aumenta el número de infectados y muertes, aumenta la alarma de las autoridades, lo que conlleva a un incremento en la inversión en salud, dependiendo del presupuesto disponible. A mayor inversión, mayor será la posibilidad de ampliación en la capacidad de muestreo y, después de un tiempo de retardo, el aumento de la capacidad efectiva de muestreo. Al aumentar la capacidad de muestreo, la detección también, lo que permite disminuir los contagios, ya que se pueden aislar más fácilmente los casos detectados.
La inversión en salud también puede destinarse a capacidad hospitalaria, lo que puede afectar los contagios y mortalidad, como se muestra en los ciclos B3, B4 y B5.

El ciclo B3 muestra que a mayor porcentaje de ocupación hospitalaria, mayor será la ampliación de la capacidad, dependiendo de la inversión en salud. Después de un tiempo de retardo, la nueva capacidad se instala, lo que aumenta la capacidad total y hace que el porcentaje de ocupación disminuya.

Es importante mantener un porcentaje de ocupación bajo porque si el sistema se satura (ocupación al 100%) aumentarán las muertes por falta de atención, como se muestra en B4. Las personas que fallecen salen del sistema de salud, por lo que la ocupación disminuye.

B5 muestra que a mayor ocupación mayores serán las medidas de mitigación, lo que disminuirá los contagios después de un tiempo de retardo. Disminución en los infectados sintomáticos hará que el porcentaje de ocupación también disminuya y, entonces, las medidas de mitigación se podrán relajar o hacer menos estrictas.
El ciclo R2 muestra la relación del personal de salud, la capacidad hospitalaria y el porcentaje de ocupación hospitalaria.

A medida que aumenta la ocupación hospitalaria pueden, también, aumentar los contagios entre el personal de salud, dependiendo de la protección que se tenga disponible. Luego, el personal contagiado no puede prestar su servicio, por lo que disminuye temporalmente la capacidad hospitalaria, mientras dicho personal se recupera.
Las dinámicas socio-económicas dependen de medidas como las políticas de aislamiento, y su cumplimiento, como se muestra en los ciclos B6 y B7.

Estos ciclos muestran cómo a mayor cantidad de población aislada se da una disminución en el consumo (B6) y la productividad de las empresas (B7). Estas disminuciones terminan por reducir, con un retardo de tiempo, la demanda laboral. Al disminuir la demanda laboral se ve un desempleo mayor. Y el desempleo lleva a un aumento en las personas que tienen sus necesidades básicas insatisfechas.

Esta situación lleva a que aumente el número de personas que incumplen el aislamiento, ya que deben recurrir a otras formas de trabajo para subsistir, lo que a su vez lleva a una disminución en el índice real de población aislada.
Las políticas de aislamiento deben cambiar, también, debido a las presiones sociales y económicas, como lo describen los ciclos B8 y B9.

A mayor desempleo y menor consumo existirá mayor presión económica, lo que llevará a disminuir (o relajar) las medidas de aislamiento.
Finalmente, en el ciclo de balance B10 se muestra el efecto de la enfermedad sobre la oferta laboral.

A mayor número de infectados, será menor la población que puede trabajar, por lo menos hasta que las personas se recuperen.

Es por esto que, desde el punto de vista económico, también es importante cumplir con las medidas de aislamiento para disminuir los contagios.