Los ciclos de realimentación R1A, R1B y R2B explican, de forma simplificada, el proceso de
contagio de la enfermedad, el cual se da cuando hay interacción entre personas infectadas y
personas susceptibles a contagiarse con el virus.
Los ciclos R1A y R1B refuerzan la difusión de la enfermedad, ya que a mayor número de infectados sintomáticos o asintomáticos, mayores serán los contagios, lo que incrementará, aún más, el número de infectados.
El ciclo B1 explica cómo los contagios dependen, también, de las personas susceptibles. Es claro que, a más susceptibles, mayor será el contagio, si hay interacción con infectados.
Sin embargo, entre más contagios se den, menor será el número de susceptibles, ya que las personas pasarán a ser infectadas.
Finalmente, los infectados se pueden recuperar. Un porcentaje de los infectados sintomáticos puede fallecer, como lo veremos más adelante.
Existen otros elementos que afectan la probabilidad de contagio, que se explican en el siguiente paso.
Los ciclos R1A y R1B refuerzan la difusión de la enfermedad, ya que a mayor número de infectados sintomáticos o asintomáticos, mayores serán los contagios, lo que incrementará, aún más, el número de infectados.
El ciclo B1 explica cómo los contagios dependen, también, de las personas susceptibles. Es claro que, a más susceptibles, mayor será el contagio, si hay interacción con infectados.
Sin embargo, entre más contagios se den, menor será el número de susceptibles, ya que las personas pasarán a ser infectadas.
Finalmente, los infectados se pueden recuperar. Un porcentaje de los infectados sintomáticos puede fallecer, como lo veremos más adelante.
Existen otros elementos que afectan la probabilidad de contagio, que se explican en el siguiente paso.